Hecho con Padlet

A propósito del mundial de Rusia 2018, las estudiantes de III semestre del Programa de Formación Complementaria de la IED Escuela Normal Superior María Auxiliadora socializaron sus prácticas pedagógicas realizadas en contextos urbanos y rurales, aprovechando la motivación de los colombianos por vivir con amor de patria el mundial de Rusia 2018, teniendo en cuenta el sentido metafórico del fútbol para comprender y explicar las realidades del pensar, el sentir y hacer del maestro en contextos rurales y urbanos.

 

Se trataba de hacer una transmisión en vivo de entrevistas con el Programa la Manzana Goleadora que lideraron las estudiantes de III semestre al representar a los jugadores de la selección Colombia que decididos a convertirse en la mejor representación de los colombianos desde lo personal y lo profesional, recorrieron diferentes partes del mundo en sus equipos. Todos soñando con una vida mejor, para ellos y sus familias, fruto de un gran esfuerzo y pasión por lo que aman, al cumplir sus sueños y además, conocer nuevos lugares donde aportar a la transformación de los contextos, con el ideal de convertirse en referentes de juego limpio para las nuevas generaciones;

 

Las jóvenes normalistas ambientaron el salón con accesorios y atuendos de personajes japoneses, franceses, belgas, alemanes, peruanos, suizos y del país anfitrión, Rusia. Las presentadoras del programa La Manzana Goleadora le dieron la entrada a cada uno de los equipos de cada país representado para presentar el equipo de jugadores en cada país la escuela de práctica en donde estuvo, los coequiperos que ayudaron en el éxito del partido (Directivas, asesoras, amigos, familias, maestras y coordinadora de práctica)además de los patrocinadores que apoyaron sus esfuerzos y las posiciones en las que jugaron de acuerdo a su aporte en el partido: delantero, arquero, defensa y volante.

 

Los aspectos de mayor significatividad estuvieron en las fortalezas adquiridas no sólo en el entrenamiento vivido durante la fundamentación y la planeación, sino también en la realización del juego en la docencia directa. Y como siempre habrá un desafío que atender, a partir de las experiencias de la vida del maestro en formación era necesario colocar de presente todo aquello que requiere ser fortalecido no sólo durante los próximos entrenamientos sino en el ejercicio de la formación de cada uno de los maestros en el Mundial de la vida.

 

 Y llegó el momento de representar las mejores jugadas en el maravilloso Mundial de las Prácticas Pedagógicas Investigativas que fueron significativas y dignas de recordar por el esfuerzo, dedicación y pasión con que las maestras dieron todo en el partido de la vida y así encontrar nuevas estrategias para seguir liderando con mayoría de goles en los próximos partidos que tendrán porque aunque hubo tarjetas pocas tarjetas rojas, si hubo algunas tarjetas amarillas que invitaron a las participantes a recordar que los jóvenes están permanentemente invitados a dar lo mejor de sí para motivar a las nuevas generaciones por vivir la vocación del maestro que enseña y aprende en el juego de la vida. En la entrevista final, las integrantes de cada equipo gritaron con emoción “Ser maestra es mi pasión” en el idioma o acento del país correspondiente.

 

Por su parte las estudiantes de I semestre, en una dinámica distinta a la anterior, socializaron sus Prácticas Pedagógicas Investigativas narrando la experiencia vivida en sus escuelas y representándola en el Teatro de la escuela, tomado como un gran estadio de fútbol que incluyó inauguración, desfile y la realización de cada uno de los partidos, liderados desde cada escuela de práctica, en la que describían cuál había sido el rol de los participantes incluyendo al Director y Asistentes técnicos, el equipo de jugadores, patrocinadores y coequiperos (presentación de las personas que ayudaron en el éxito del partido (Consejo Directivo, Directivas, amigos, familias, coordinadora, asesora, y maestras de práctica), posiciones en las que jugaron, fortalezas en el entrenamiento y en el juego, goles o jugadas dignas de recordar, plan de entrenamiento para superar debilidades y las estrategias para ganar próximos partidos.

 

Fue una manera distinta de socializar y evaluar la experiencia de práctica pedagógica de las jóvenes del Programa de Formación Complementaria que hizo posible una demostración de creatividad, pensamiento crítico y reflexivo a partir del trabajo en equipo.



Trabajo en equipo para alcanzar metas de  calidad

En la interacción sujetos, conocimiento y contexto, estamos movilizando el pensamiento constantemente y eso le imprime una novedad a nuestras acciones  pedagógicas. Esto a su vez, se constituye en una motivación por alcanzar altas metas de formación a partir del trabajo en equipo  y de realizaciones académicas, que se vislumbran como posibilidades de enriquecimiento de los procesos institucionales y de la Práctica Pedagógica Investigativa, que prontamente asumiremos en las escuelas de  de Santa Marta.


Estos primeros días del mes de julio de 2015, ha sido una muestra de la manera cómo nos preparamos para alcanzar esas metas. Al inicio de la semana, los estudiantes del Programa de Formación Complementaria participaron del Taller: Modelo Escuela Nueva – Programa Círculos de Aprendizaje, liderado por los docentes Ángel Jiménez y Luz Gabriela Merlano de la Corporación Infancia y Desarrollo, convirtiéndose en un encuentro de saberes que les permitirán a los jóvenes normalistas asumir con mayores fortalezas pedagógicas y didácticas, sus docencias directas con población vulnerable, víctima de violencia. Se hizo énfasis en la elaboración de Guías de Aprendizaje y de los instrumentos de Escuela Nueva: Control de progresos (Evaluación), Buzón de Compromisos, Cuaderno viajero, Correo de la Amistad, Cuadro de valores, Buzón de sugerencias y Autocontrol de asistencia.


Al día siguiente, continuamos con el trabajo de cualificación sobre la Guía 39: La cultura del emprendimiento en los establecimientos educativos del Ministerio de Educación Nacional, asumido con liderazgo, no sólo por los docentes del Programa de Formación Complementaria, quienes hicieron las orientaciones para el diseño de la propuesta, sino el entusiasmo con que los/las estudiantes participaron de los momentos de motivación y desarrollo del trabajo propuesto, el cual se complementó con la salida de campo que se realizó al día siguiente en  la IED Mosquito para apreciar el  Proyecto Pedagógico Productivo: “Hagamos Producción Sostenible en nuestra granja escolar”  


Estamos agradecidos por el apoyo y orientaciones pedagógicas  de   la Rectora de la IED Mosquito Emilse Vega,   y su equipo de  docentes, Julio César Aguilar, Javier Callejas, Efrain Noguera y Humberto Weber, quienes  compartieron con nosotros  la experiencia de emprendimiento que impulsan, con mucho amor y compromiso, en su comunidad educativa. Esas acciones pedagógicas son un referente para la formación en liderazgo y gestión de nuestros maestros/as en formación, quienes manifestaron con  admiración, que la experiencia vivida “había superado sus expectativas”.


Para completar las novedades académicas de  la semana, durante el viernes 10 y sábado 11 de julio, todos los docentes de la IED Escuela Normal Superior María Auxiliadora y los/las maestros/as en formación,  participamos con muchas expectativas del Congreso Salesiano Desarrollo del carisma de Don Bosco hacia la mitad del siglo XX, espacio formativo que a partir de las fuentes históricas y el contexto salesiano, nos invita como  maestros/as  salesianos/as, a interpretar el proyecto educativo de Don Bosco y a resignificar en la cotidianidad, nuestra vocación en la misión que el Patrono de la juventud nos encomendó.

Esp. Sandra Bendek – Coord. PPI

El 11 de abril del 2011 inició nuestra docencia directa en la Institución Etnoeducativa Distrital Tayrona Bunkwimake Sede N. 5 “Don Dieguito” con la intención de hacer un acompañamiento didáctico y pedagógico en esta comunidad indígena. Las expectativas que tuvimos con estas prácticas fueron muchas, estábamos muy emocionadas y sobretodo intrigadas por lo que sucedería, la verdad es que era una experiencia nueva para nuestras vidas. Aunque todo estaba preparado y planeado, sabíamos que en cualquier momento algo podía cambiar y debíamos estar con la mente abierta y el corazón dispuesto a comprender y aceptar esa maravillosa cultura que tanto nos ofrece y enseña.


La comunidad educativa de la Escuela Normal nos acompañó y apoyó desde el comienzo, pues se hizo presente en el lugar de práctica. Con el permiso de nuestros padres nos aventuramos al viaje y dispusimos todo para el recorrido que debíamos hacer. Una vez en la escuela, dialogamos con Paulina, la maestra indígena que trabaja en ella. La mayoría de los estudiantes son indígenas y algunos son campesinos.

Al inicio, las relaciones con la comunidad fueron un poco distantes, era primera vez que convivíamos de una manera directa con una cultura indígena, y la misma situación se presentaba con ellos. Al pasar los días, la confianza se iba evidenciando y la afectividad se iba convirtiendo en una estrategia de convivencia, que no solo nos ayudó a la hora del trabajo académico, sino en los descansos, donde todos unidos pasábamos momentos agradables, divertidos e interactuábamos con toda la comunidad educativa, para socializar y disfrutar en esos espacios de alegría.


Gracias a la diversidad de juegos y dinámicas utilizados, la lengua Arhuaca no fue limitación para los procesos de enseñanza – aprendizaje y de la comunicación, además nos sirvió para que las estudiantes arhuacas fueran perdiendo la timidez e inseguridad que las caracterizaba al inicio, donde no tenían la habilidad de preguntar o expresar sus pensamientos de manera espontánea pero a medida que avanzaba el trabajo pedagógico fueron siendo capaces de dar soluciones y respuestas a las situaciones de aprendizajes presentadas dentro y fuera del aula.


Así fue como cada sueño, alegrías, aprendizajes, sonrisas y también las dudas, expectativas, dificultades y en ocasiones temores, se convirtieron en experiencias que marcaron nuestras vidas, nos llenaron de muchas fortaleza y valor para seguir con nuestra labor y vocación para poder dar una respuesta educativa pertinente a una comunidad que pide a gritos personas comprometidas con la educación y lo rural.


Keyla, Andry y Diana

Estudiantes II Semestre del Programa Formación Complementaria